En conflicto
El 7 de octubre marcó el inicio de una cobertura masiva sobre una agresión brutal contra la población civil, no obstante esta y otras ya acontecían, porque la guerra siempre nos acompaña, aunque sea en silencio. Desde entonces, presenciamos una escalada de violencia extrema, que vulnera los derechos humanos más fundamentales. Mientras el genocidio sucede, quienes alzan su voz contra la injusticia se enfrentan a la censura, al acoso y hasta la muerte. Como evidencia tenemos, entre otras, el asesinato, en 3 meses, de más de 100 trabajadores humanitarios en Gaza, el mayor número en un conflicto en la historia de la ONU, según datos extraídos del Informe de la situación en Gaza del 8 de noviembre de 2023 por UNRWA España.
La crudeza de esta realidad, normalizada por la exposición constante a la violencia, deshumaniza a quienes están detrás de las cifras. En conflicto surge para explorar las consecuencias visibles y simbólicas de la guerra y la barbarie. El proyecto, centrado en una serie de palabras intervenidas, o más bien dañadas, desafía la insensibilidad al recordarnos que detrás de cada estadística hay vidas, historias y la urgente necesidad de recuperar y preservar nuestra humanidad en medio de una emergencia global. Porque tal vez no solo nos enfrentemos a una crisis humanitaria, sino también a una crisis de humanidad.
Este proyecto parte de una reflexión profunda sobre los derechos fundamentales y las secuelas implacables de la guerra. Su origen emerge de la necesidad visceral de explorar la esencia misma de la humanidad en un entorno de máxima violencia, poniendo especial atención en las consecuencias devastadoras que los crímenes de guerra infligen no solo en el tejido social, sino también en los pilares mismos que sostienen nuestra humanidad.
La crueldad en Gaza, difundida a gran escala desde el pasado octubre, ha sido el detonante a partir del cual he creado una serie de obras, resultado de una performance. Estas piezas trascienden las fronteras geográficas para abordar las consecuencias humanitarias universales de la violencia. En conflicto desciende hasta la esencia misma de los valores fundamentales que definen la humanidad, donde cada pieza destaca un derecho básico universal, como el hogar, la justicia, la empatía, la solidaridad o la compasión. De este modo, este trabajo se articula a partir de una serie de palabras que representan derechos básicos y se convierten en actores principales, al ser grapados como acto simbólico. Esta intervención, lejos de ser un acto de afirmación, es el prólogo de una narrativa visual que se despliega a través de una acción destructora.
La performance se centra en la agresión deliberada de grapar esos conceptos hasta dejarlos prácticamente ilegibles para, después, extraer estas grapas con dureza, grabando tras de sí huellas visuales que, como cicatrices imborrables, imprimen marcas sobre esas palabras para recordarnos que son, además, derechos. Un gesto que simboliza la brutalidad de la guerra y sus efectos desgarradores. Cada palabra queda marcada y su integridad comprometida, dejando señales que reflejan la crudeza de la violencia y sus consecuencias en nuestro sistema de valores. El acto que adquiere todo el sentido cuando las grapas extraídas son guardadas en botes con nombres de lugares civiles bombardeados, como escuelas, hospitales o campos de refugiados.
Esta manipulación sobre conceptos como hogar (home), empatía (empathy) o esperanza (hope)… revelan daños que representan la pérdida de refugio y seguridad y la fractura de los lazos humanos en medio de situaciones tremendamente hostiles.
En conflicto invita a contemplar las consecuencias no solo visibles, sino también simbólicas, de la violencia en la sociedad. La obra cuestiona la fragilidad de nuestros valores fundamentales y cómo la violencia los erosiona, no solo en las zonas afectadas, sino también en nuestra conciencia colectiva.
A través de este proyecto, aspiro a compartir una experiencia que va más allá de la estética visual. Cada pieza es un testimonio de la fragilidad de nuestra humanidad en tiempos cada vez más adversos y una invitación a la deliberación sobre cómo preservar los valores fundamentales que nos definen como sociedad. En este diálogo entre el arte y la realidad, busco despertar la conciencia y fomentar la empatía hacia aquellos cuyas vidas se ven marcadas por las heridas de la guerra.
Proyecto expuesto dentro de la muestra «Corporalidades», comisariado por Lucila Bodelón, en The Stendhal Room durante los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024.