Los cuatro elementos

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Los cuatro elementos

«Estamos viviendo en una época en la que el conocimiento de la tierra y de la mujer está relacionado con la conciencia colectiva»

Lara Owen

Esta asociación, aunque perdida en nuestra sociedad, se ha dado desde el principio de los tiempos. Así los griegos ya consideraban a Gea (Tellus para los romanos) la principal dei­dad femenina, símbolo de fertilidad, bajo el concepto de la Tierra como Diosa Madre, personificación que se repite en distintas culturas ancestrales. De este modo, cuerpo y naturaleza se unen en lo femenino como vínculo con el origen del mundo, al generar una conexión esencial que se relaciona de manera directa con la Tierra, la Luna y sus ritmos.

El cambio climático, la contaminación, la escasez de agua, la extinción de especies, la pérdida de biodiversidad, el consumo cada vez más elevado de energía o la generación de toneladas de basura y residuos son solo algunos de los problemas ambientales a los que nos enfrentamos en el siglo XXI. Como artista sensible a esta crisis medioambiental, me aproximo a ella con esta serie que pretende ahondar y acentuar los vínculos entre los elementos y ciclos naturales y el cuerpo de la mujer.

Cada pieza, ya sea de forma visual o textual, constituye un reencuentro con la naturaleza y su valor, una invitación a habitar y relacionarnos con el entorno de una forma más consciente y respetuosa. Cada obra pretende aportar una visión integradora, en la que subrayo la necesidad de abandonar la visión antropocéntrica, entendiendo que no somos el punto central del planeta, sino que formamos parte del mismo y somos tan vulnerables como él. La serie es un llamado a reconocer la importancia de la búsqueda de equilibrio y armonía con nuestro entorno. De ahí la ausencia de rostros que se diluyen a través de las pinceladas de acrílico la luz o la perspectiva.

La mujer articula estos paisajes como muestra de las potencialidades femeninas que representa una reconciliación con lo natural, con el poder de nutrir la vida por medio de su carácter creador y creativo.

Por su parte, la naturaleza se convierte en estas obras en inspiración y objeto artístico, con el ánimo de iniciar un diálogo entre medio ambiente y arte. De ahí, la doble vertiente, ambas poéticas, donde adquiere protagonismo o bien la imagen o bien la palabra.

Los cua­tro elementos insiste la necesidad de transformación como instinto de supervivencia. Es reflexión sobre algo tan mágico, complejo y profundo como vivir el paisaje y habitar el cuerpo femenino. Un llamado a contemplar la conexión intrínseca entre lo natural y lo humano, donde la creación artística se erige como un eco, un vínculo poético entre el ser y su entorno.

Quisiera flotar como una nube,
subir envuelta en mil partículas
de agua y polvo.
Dominar el paisaje.
Perderme para encontrar el camino.

Poema del agua
Lina Ávila

Proyecto expuesto dentro de la exposición «Water, Woods Women´s looks», en el marco del Día Internacional de la Tierra, en las Escuelas Pías de Lavapiés, Madrid, entre abril y mayo de 2022.